Tras el fallecimiento de la reina Isabel II el pasado septiembre, Carlos III ha sido coronado el 6 de mayo como rey de Inglaterra. Su subida al trono marca el comienzo de una nueva era en la monarquía británica, y, tal y como se esperaba, ha sido reconocido como uno de los eventos históricos más importantes y significativos para el Reino Unido y el mundo en general, haciéndose eco de este acontecimiento tanto medios nacionales como de categoría internacional. Como monarca, se espera que Carlos III continúe con la tradición de la familia real británica de ser una figura simbólica y representativa del país, y de trabajar en estrecha colaboración con el gobierno y otras instituciones para promover el bienestar y los intereses de la nación, además de seguir con su compromiso social y medioambiental.
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Popularidad
A pesar de que su popularidad no ha sido la mejor durante las últimas décadas, el último año ha sido un punto clave para intentar mejorar la imagen que los ciudadanos ingleses tenían del actual rey. Gran parte de esto surge a raíz de los diferentes escándalos durante su matrimonio con Diana , también conocida como “Lady Di”, y las infidelidades con Camila, su actual esposa. A pesar de que esto ha acompañado a Carlos durante toda su vida, durante los últimos meses, y con motivo de su coronación de Carlos III, esta controversia ha resurgido las cenizas aún candentes.
Además, este acontecimiento también ha dado pie a analizar la historia de Camila a lo largo de estos años tanto fuera como ya dentro de la familia real. Camila y Carlos se conocieron en la década de 1970 y comenzaron a salir en 1980, antes de que Carlos se casara con la princesa Diana en 1981. La relación entre Carlos y Camila fue intermitente durante muchos años, y los dos mantuvieron su amistad incluso después de que Carlos se casara con Diana. Sin embargo, después de la separación de Carlos y Diana en 1992, la relación entre Carlos y Camila se reanudó y en 2005 se casaron en una ceremonia civil en Windsor. Desde entonces, Camila ha sido la esposa del príncipe Carlos y ha sido conocida como la duquesa de Cornualles.
Controversias
También ha ganado parte del protagonismo la presencia de Harry, aunque esta vez como no miembro de la familia real. Además de ser ubicado en tercera fila, junto a otros miembros de la familia que, por diferentes motivos, todos ellos polémicos, han sido desplazados del núcleo “duro” de la realeza británica. Estuvo presente en todos los momentos importantes del acto, aunque en cuanto los reyes salieron de la abadía, Harry se marchó del acto para coger un avión de vuelta a California. A pesar de esto, han sito varios los medios que han analizado las imágenes durante la coronación, y han destacado que en muchas ocasiones Carlos III buscaba con la miraba a su hijo pequeño.
Sin embargo, William, el mayor, no cruzó ningún gesto, palabra o miraba con Harry. Alejados a raíz de las diferentes exclusivas, documentales y entrevistas ofrecidas por el hijo pequeño del rey, la relación entre los dos hermanos está lejos de volver a lo que era, una relación envidiable.
Cariño y unidad
A pesar de este pasado enturbiado, han sido varias las imágenes que han mostrado a la familia real británica unida, cercana y arropando al rey Carlos III en un día tan especial. Uno de los momentos más destacados fue el saludo desde el balcón del palacio de Buckingham, donde los nietos del rey protagonizaron algunos de los momentos más entrañables de la ceremonia, mostrando la inocencia de los niños.
Además, muchos miembros de casas reales y líderes políticos internacionales decidieron acompañar a Carlos III en una fecha tan importante. Entre ellos, los reyes de España, Felipe VI y Letizia.
